Al igual que hay alimentos y cultivos transgénicos el arte no podía dejar pasar la oportunidad de incorporar los avances de la ciencia a sus creaciones. Su principal teórico y representante el artista brasileño Eduardo Kac, conocido por su chip que inserto en su pierna, trabaja principalmente con la articulación de los cambios que trae consigo los avances científicos. Kac viene desarrollando su trabajo desde los años 80 a partir de temas que están entre los sujetos y los objetos, entre lo humano y no humano; muestra los intercambios entre la comunicación y las especies.
Con la ayuda de la genética molecular construye el genoma de las plantas y animales para crear nuevas formas de vida. El artista ha logrado construir híbridos de varias especies, los cuales están definidos por la naturaleza del nacimiento y el crecimiento. Esto no nos sorprende, si consideramos que las criaturas híbridas han formado parte de nuestro imaginario desde hace milenios. Sin embargo, las quimeras ya no son imaginarias, en la actualidad ya son ejercicios rutinarios que forman parte de un paisaje genético.
Eduardo Kac crea un organismo transgénico, es decir lleva genes de otra especie aplicados por medio de la ingeniería genética. El arte transgénico manipula el material genético directamente, el ADN del extraño es insertado con precisión al cuerpo de destino.
Kac toma una coneja y le incorpora genes de un ejemplar de la “medusa aequorea victoria”, que vive en la zona norte del océano Pacifico y que emite una brillante luz verde cuando es expuesta a rayos ultravioletas o a una luz azul.
Kac trabajo con Louis-Marie Houdebine y un equipo de científicos franceses. El resultado de este experimento fue un conejo hembra a la cual la llamaron “Alba”. La proteína verde GFP que sacaron de la medusa “…absorbe luz en estado natural a un máximo de 395 nm y el espectro de emisión de fluorescencia tiene su punto más alto en 510 nm…”1 . Esta proteína es inofensiva para el conejo por que no necesita ninguna otra proteína o sustrato para emitir la luz verde. Probado con éxito en insectos peces y plantas.
Aparte de “Alba” Eduardo Kac tiene en mente realizar experimentos con canes. Logrando obtener un ejemplar al cual llamo “GFP K-9”, el experimento-obra esta creado para que lleve una vida normal y sea un miembro más de la familia del artista. Su creación enfrentara y planteara obstáculos como descifrar el genoma del perro o calcular el número de genes de todo el genoma. No obstante las investigaciones del mapa genético canino permitieron un trabajo dentro de la configuración del can. Libremente el perro se apareara e interactuara con otros perros y seres humanos, independiente de la alteración producida al color de su pelaje. En otras palabras GFP K-9 será el fundador de una nueva raza dentro del mundo transgénico.
La ingeniería genética sigue desarrollándose y con esto el arte mira nuevos desarrollos tecnológicos desde un punto de vista social y ético. Inquietudes que se han dado desde las mejoras y terapias que han tenido que demostrarse con pruebas genéticas y con los graves peligros que estas presentan al humano, animal u obras transgénicas.
En un futuro nuestra existencia estará plagada de organismos transgénicos, poblaran granjas, verduras y animales que consumiremos. No serán los mismos, serán experimentos modificados genéticamente que servirán para necesidades específicas. Por ejemplo cerdos que producen proteínas humanas que evitan el rechazo de trasplantes específicamente de hígados y corazón, o como también nuevos métodos médicos, los cuales nos harán funcionar con materiales foráneos dentro de nosotros al igual como llevamos implantes mecánicos y electrónicos.
El arte transgénico trata de mostrar todas estas inquietudes de hibridaje. Nos habla desde una nueva formación de la anatomía humana y animal, la cual puede ser modificada para poder crear un nuevo y único ser; es un avance que no se puede detener. Las múltiples intranquilidades acerca del sobreequipamiento tecnológico, se ven plasmados en la figura de lo no normal y por lo tanto con la imagen de un monstruo transgénico. Kac habla de un futuro en el que “…Seremos transgénicos… a medida que la ingeniería genética desmorona el concepto de especie basado en las barreras de reproducción, está en juego la misma noción de lo que significa ser humano. Sin embargo, esto no constituye una crisis ontológica. Ser humano significará que el genoma humano no es una limitación, sino nuestro punto de partida…”2
[1] KAC, Eduardo. “El arte transgénico” CAiiA-STAR Symposium: 'Extreme parameters. New dimensions of interactivity
[2] KAC, Eduardo. “El arte transgénico” CAiiA-STAR Symposium: 'Extreme parameters. New dimensions of interactivity
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